lunes, 18 de agosto de 2008

Geocaching

El título de la entrada se refiere a un juego-deporte-actividad al aire libre o como queráis llamarlo que consiste en ir a buscar "tesoros" con la ayuda de un gps y sus correspondientes coordenadas. No son tesoros, pero como si lo fueran, ya que la alegría que te da encontrarlos hace que los consideres como tales. Éstos suelen ser tupper-ware escondidos o minibotecitos de diversos tamaños camuflados con el entorno, los tienes que encontrar, firmar y volver a dejar en su sitio para que el siguiente geocacher lo pueda encontrar. Suelen contener un libro de visitas, lápiz o boli, y diversos objetos para intercambiar (llaveros, monedas, muñequitos etc.)

Conocí esta actividad hace un año y pico, creo que en un programa de radio, y la verdad, desde el principio me llamó la atención. Eso de pasearse por el mundo en busca de cosillas tiene su gracia... Es una especie de reto personal y una afición bastante entretenida aunque no la he practicado todo lo que me hubiese gustado.

Empezando por lo que puedes buscar y dónde saber donde buscarlo, todo va desde una página web concreta: geocaching hispano. Allí tienes opciones de búsqueda que te orientan según la zona donde quieras buscar caches. Eso si, para saber las coordenadas tienes que registrarte eligiendo un nick, pero no problem porque es gratis. Los caches tienen una descripción hecha por su dueño, más o menos currada en la que explica la intención de su caché, cuenta algunos datos, historia de la zona etc. o también las incógnitas a resolver para hallar las coordenadas finales. Además, aparece la dificultad de encontrarlo y del terreno en el que se encuentra.

Hay varios tipos de cachés, los tradicionales; que
constan sólo de un punto a encontrar, los multis; que tienen varias etapas o puntos que buscar, los mystery; en los que hay que resolver incógnitas, preguntas, textos encriptados y todo lo que se le ocurra al dueño... también existen cachés que consisten en hacerse una foto con una webcam en algún punto concreto en el que ésta está instalada, y hay algunos tipos más, pero yo de momento estos son los que más he visto.

Hay muchos cachés urbanos, pero también en plena naturaleza, de hecho éstos creo que son mayoría aunque los más difíciles para mí son los de ciudad ya que tienes que evitar que te
vea la gente para evitar posibles robos de los cachés, así que toca disimular de vez en cuando hasta que los muggles se van o al menos se despistan. En cambio, en el campo sueles tener la suerte de que puedes buscar sin disimular, sentarte tranquilamente a firmar e intercambiar objetos y volver a esconderlo en su sitio.

Aún no siendo una experta sino buscadora ocasional, nos hemos encontrado cachés muy curiosos, raros, nocturnos, con vistas preciosas, con contenedores muy elaborados, minúsculos, gigantes, e incluso pegatinas en las que firmar, cachés que te ofrecen la oportunidad de conocer zonas nuevas y con encanto especial, o visitar otras ya conocidad pero redescubriéndolas ya que te tienes que fijar en pequeños detalles
.

Cuando escribo esto llevo 29 cachés encontrados, aunque hay gente que lleva 500, 1000, 2000 o 3000 por todo el mundo, así que soy una novata en esto comparada con cierta gente que se dedica a buscar cachés como actividad de ocio principal. Bueno... no es que los busque sola, sino que formo equipo con ... llamémosle DrJordi. Y tengo varios resueltos y planeados para encontrar en breve. Así que... Let´s go geocaching!

¿De vuelta?

Ya sé que hace mil años que no escribía por aquí, pero es que la verdad que he andado liada durante el curso, a veces sin ganas de escribir y otras, cuando sí que había ganas lo que faltaba es tiempo. Otras no he sabido como abordar algún tema que luego se me ha pasado o he preferido pasar de algún tema espinoso...


Después llegan las vacaciones y con ellas la desconexión total del mundo, para, al volver, dedicarse a quedar y salir por ahí, de modo que hasta esta noche, tras un momento "iluminado", he llegado a la conclusión que me hacía falta un "lavado de cara" al blog para animarme de nuevo a escribir.


Así que en ello he andado hasta hace unos instantes, eligiendo nuevo diseño para el blog, en azul que me encanta y no es tan estridente como el amarillo anterior.


Ahora que se acerca septiembre, y con ello la vuelta a las clases aunque probablemente con un cambio de rumbo (que solicité) espero escribir más a menudo. Comenzará un curso en el que empezaré a trabajar en lo que será lo mio (o eso es mi objetivo....)